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Conlon Nancarrow

Conlon Nancarrow nació en Texarkana en 1912. A pesar de estar inscrito en una escuela local, mostró un gran interés por la lectura sobre diversos temas y se convirtió en autodidacta desde muy joven. Empezó a aprender a tocar el violín a los 10 años, pero no fue hasta la universidad, cuando estudiaba la carrera de Ingeniería en Vanderbilt, cuando se formó en aspectos muy particulares de la composición e interpretación musical (estudió con Roger Sessions, Nicolas Slonimsky y Arnold Schoenberg). Atraído por el jazz durante sus años de educación musical, el instrumento de su preferencia fue la trompeta. 

Nancarrow viajó a Europa en 1936 como trompetista de una banda de jazz. En ese viaje visitó Londres, París, Austria, la Alemania nazi y España. En esta última, se alistó en el Batallón Abraham Lincoln para luchar como soldado raso en la Guerra Civil española. Cabe mencionar que Nancarrow era miembro del partido comunista desde 1933. Al final de la Guerra Civil, Nancarrow regresó a Francia y después a Estados Unidos. Durante ese tiempo, su obra se fue difundiendo y empezó a ganarse el aprecio de un público más amplio. Sin embargo, al regresar a su país de origen comenzó un acoso político que le llevó a emigrar a México. Pocos años después perdió incluso la nacionalidad estadounidense y se naturalizó mexicano en 1955.

 

Hay historias del Nancarrow soldado en España —aparte de su fama de rolar cigarrillos con una sola mano— de cómo tocaba la trompeta durante las mañanas serenas en las trincheras, en la Brigada Abraham Lincoln (la misma en la que se enroló Hemingway). Sin embargo, aparentemente, sus afectos políticos nunca fueron evidentes en su música, pero: ¿qué mayor transgresión política que la invención de una nueva estética, de un lenguaje inédito, y por lo tanto inútil para las retóricas del poder?

Ya en sus años de mexicano, afincado en su casa-estudio de la calzada de Las Águilas (diseñada por su entrañable amigo Juan O’Gorman), Nancarrow escuchaba a Louis Armstrong, a Nat King Cole y a Pérez Prado (Mako, su hijo, cuenta que en una ocasión Philip Glass visitó el estudio de su padre, casi como un peregrino del arte, y Nancarrow le dijo que su música“era como de elevador”. (Al parecer Nancarrow era, voluntariamente, como buen ermitaño, un desentendido de las modas estéticas de su tiempo.)

Acerca de la singularidad de Nancarrow, el compositor mexicano Julio Estrada escribió:

Antes de oír su música, el personaje me parecía algo excéntrico por el mero hecho de pertenecer a la cultura estadounidense del underground, con la que teníamos poco contacto en México. Su singular “cueva” y su rara vocación por una música confeccionada a base de perforar rollos parecían repetir su capacidad de lucha, como si este hombre rondando entonces los 60 años todavía permaneciera atrincherado en un combate, ahora solitario. En aquella ocasión, la música que me hizo oír me causó el goce de escuchar las proezas que lograba con su instrumental.

[…] aquel método para producir música, asociado a una tecnología que en aquella época no parecía tan rudimentaria como hoy, me pareció que sólo era alcanzable para quienes poseían un cierto grado de autosuficiencia. Aquel primer encuentro me permitió comprender una parte del valor musical del personaje, en el que se fundían el músico y el técnico, cuyo conocimiento experto de la composición y de las entrañas del piano mecánico le habían convertido en un artista-artesano autónomo que crea la ejecución precisa de su propia obra.

En México, la figura de Nancarrow se asemeja bastante a la de Revueltas, si se entiende a ambos por su genio musical y su combatividad política, quienes hoy comienzan a ser distinguidos unánimemente fuera y dentro del país como nuestros grandes músicos del siglo. Los esfuerzos creativos de ambos compositores enfrentan una resistencia que aún no termina y que merece ser analizada en el caso específico de Conlon Nancarrow. 

Hoy resulta más claro cómo Conlon Nancarrow se adelantó a su tiempo, llevando a la música problemas inéditos acompañados de auténticas soluciones que, sólo más tarde, surgieron en otros lugares dentro de corrientes aparentemente nuevas. Para ilustrar esta idea baste la aparición del minimalismo en la música instrumental de los sesenta o de la música tecnológica en los setenta, ambas entendibles como una “predicción involuntaria” hecha por la música de Nancarrow una o dos décadas antes. Sin formular nociones concretas en el orden teórico, la música de Nancarrow fue desarrollándose dentro del propio campo de la composición que puede entenderse justamente como una summa musicalis. La novedad de su propuesta ya ha sido puesta de relieve por otros: los poli-tempi canónicos, la dualidad discontinuo-continuo resultante de la superposición masiva de texturas discretas o el tempo musical tímbrico resultante de aceleraciones extremas que superan los límites de la percepción temporal[1].

Nancarrow compuso para una máquina análoga porque nadie podía tocar su música de tiempos delirantes. Antes compuso para orquesta, pero le molestó el error humano, la inexactitud orgánica de los músicos. De nuevo el ensimismamiento, el afecto a los artefactos: primero el libro y luego su ruidosa pianola de cabeza metálica.

La pianola no hace milagros y las pianolas de Nancarrow, mecedoras bien domesticadas, parecían obedecerlo sólo a él. Por eso su influencia no se puede medir en referencias directas, entrecomillados o prestissimos desatados. Sus estudios para pianola son más hondos y premonitorios porque cada uno se deriva de reflexiones profundas y serias sobre la relación entre el ser humano (y su noción escurridiza del tiempo) y la máquina (sin noción escurridiza alguna).[2].

Distinciones

1969 – Columbia Records llevó a cabo el lanzamiento de un álbum completo de su trabajo.

1976 – 1984- 1750 Arch Records releases four volumes of the Player Piano Studies, up through No. 41.

1978 – Premio MacArthur.

1982 – Beca Guggenheim para las artes creativas, EE. UU. y Canadá.

1986 – Piece for Small Orchestra #2 Commissioned by Betty Freeman for the Continuum Ensemble. Premiere on April 16, 1986, New York. Smith Publications, 1988.

1987 – Holland Festival, Amsterdam NL performances  String Quartet # 3, commissioned by Westdeutscher Rundfunk. Premiered on October 15, 1988, by the Arditti String Quartet in Cologne.

1991 – 1997 – El gobierno de México le otorgó una beca anual para fomentar su producción artística.

1996 – Miembro de la Academia de Artes de México.

2017 – Premio de creación Conlon Nancarrow (en honor a Nancarrow). Con el propósito de incentivar el interés de las nuevas generaciones en la música de Nancarrow, la Facultad de Música convocó a sus estudiantes de composición a un concurso de obras breves dedicadas al compositor.

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